Otra vez la opinión pública está polarizada en una disputa estéril con respecto a las mal llamadas ventas atadas de los bancos. El motivo, como siempre, es la DESINFORMACIÓN de una parte y aprovechamiento de la otra.
Las imprecisas declaraciones de partes interesadas reclaman que el gobierno, a través de la SBIF, prohibió hace un tiempo atrás a los bancos, realizar ventas atadas o ligar obligatoriamente un producto o servicio a la compra de otro. Luego, modificó dicha resolución autorizando agregar a, por ejemplo, la toma de un crédito hipotecario, otros servicios (seguros o apertura de cuenta corriente) que hagan más atractiva la oferta y beneficien al consumidor. Se acusó a la SBIF de desdecirse, perjudicando a los consumidores y favoreciendo a las utilidades de los bancos. Decir que dicha acción lastima a los clientes agrandando la billetera de los bancos es tan equivocado como un cangrejo caminando hacia adelante.
La venta atada, técnicamente definida, es el intercambio entre un productor y un consumidor, donde el segundo obtiene el bien o servicio deseado SOLAMENTE si acepta además comprar otro bien o servicio de menor interés, al mismo productor. En esta situación, la obligatoriedad puede representar un perjucio al consumidor al ejercerse sobre él presiones monopolísticas.
Evidentemente, este no es el caso de los bancos ya que no existe imposición ni coacción de su parte. Un cliente puede ejercer su libre derecho de tomar un crédito con agregados o sin ellos. Si un banco u otro decide hacer un descuento en el producto principal (ej. rebajar la tasa de un hipotecario) a cambio de incluir otros servicios secundarios sólo está respondiendo a las economías de escala que se producen dentro de su organización al aumentar sus ventas. En todo negocio es más atractivo vender 3 productos que 1 en una misma venta y por eso se justifican los descuentos.
Lamentablemente solapados cosechadores políticos crean expectativas negativas en las personas desinformadas. Como resultado, la opinión pública rechaza equivocadamente por incoveniente y abusivas este tipo de ofertas comerciales de los bancos y los que pierden al final son los propios consumidores que tienen acceso a menos productos y servicios y a un mayor precio.
Todo el que aun crea que esta es una práctica abusiva de “inescrupulosos empresarios”, como han dicho algunos legisladores ávidos de flash, que reclamen también contra el supermercado por la cajita plástica con un detergente para la ropa, otro para la loza y un tercero para el baño (a menor precio que comprados por separado); O contra la empresa de su "triple pack” que le entrega teléfono, tv digital e internet a un sólo precio; O contra McDonald´s por un Combo o Cajita Feliz. Es lo mismo, se llaman ventas conjuntas y favorecen al consumidor.
Las imprecisas declaraciones de partes interesadas reclaman que el gobierno, a través de la SBIF, prohibió hace un tiempo atrás a los bancos, realizar ventas atadas o ligar obligatoriamente un producto o servicio a la compra de otro. Luego, modificó dicha resolución autorizando agregar a, por ejemplo, la toma de un crédito hipotecario, otros servicios (seguros o apertura de cuenta corriente) que hagan más atractiva la oferta y beneficien al consumidor. Se acusó a la SBIF de desdecirse, perjudicando a los consumidores y favoreciendo a las utilidades de los bancos. Decir que dicha acción lastima a los clientes agrandando la billetera de los bancos es tan equivocado como un cangrejo caminando hacia adelante.
La venta atada, técnicamente definida, es el intercambio entre un productor y un consumidor, donde el segundo obtiene el bien o servicio deseado SOLAMENTE si acepta además comprar otro bien o servicio de menor interés, al mismo productor. En esta situación, la obligatoriedad puede representar un perjucio al consumidor al ejercerse sobre él presiones monopolísticas.
Evidentemente, este no es el caso de los bancos ya que no existe imposición ni coacción de su parte. Un cliente puede ejercer su libre derecho de tomar un crédito con agregados o sin ellos. Si un banco u otro decide hacer un descuento en el producto principal (ej. rebajar la tasa de un hipotecario) a cambio de incluir otros servicios secundarios sólo está respondiendo a las economías de escala que se producen dentro de su organización al aumentar sus ventas. En todo negocio es más atractivo vender 3 productos que 1 en una misma venta y por eso se justifican los descuentos.
Lamentablemente solapados cosechadores políticos crean expectativas negativas en las personas desinformadas. Como resultado, la opinión pública rechaza equivocadamente por incoveniente y abusivas este tipo de ofertas comerciales de los bancos y los que pierden al final son los propios consumidores que tienen acceso a menos productos y servicios y a un mayor precio.
Todo el que aun crea que esta es una práctica abusiva de “inescrupulosos empresarios”, como han dicho algunos legisladores ávidos de flash, que reclamen también contra el supermercado por la cajita plástica con un detergente para la ropa, otro para la loza y un tercero para el baño (a menor precio que comprados por separado); O contra la empresa de su "triple pack” que le entrega teléfono, tv digital e internet a un sólo precio; O contra McDonald´s por un Combo o Cajita Feliz. Es lo mismo, se llaman ventas conjuntas y favorecen al consumidor.
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