Y si de turismo hablamos, a nuestra región de Coquimbo le importa y le afecta. No hay que asustarse: tenemos una oportunidad para sacar una ventaja notoria. Hay consenso entre los expertos locales e internacionales de que habrá una reapertura gradual de restaurantes, bares, hoteles y servicios turísticos en general. Será con cautela, con seguridad, con protocolos... pero será.
Partirá por el turismo dentro de una comuna o región, con viajes cortos de 2 a 4 horas desde los que se pueda volver al domicilio particular. Seguirá con los viajes entre ciudades que se puedan cubrir en viajes cortos de medio día que se realicen con transporte propio o público no concentrado. De buses o aviones llenos, ni hablar.
También se vaticina que el turista será diferente. Será más informado y buscará la seguridad sanitaria. Se fijará especialmente en la existencia de protocolos higiénicos en los servicios que contrate. Tratará de evitar las multitudes y que el que interactúe con él, sea preparado y tenga competencias en salubridad. Más cabañas y picadas; menos hoteles y discotecas.
Si nuestro nuevo visitante va a privilegiar los viajes cortos en movilización propia, tenemos suerte. Estamos a medio día de conducción de los dos principales centros emisores de turistas de Chile: Santiago y Valparaíso. Esa ventaja no la tiene Pucón, San Pedro de Atacama ni Torres del Paine.
Si el futuro turista no va a querer aglomeraciones, nuestros más de 56 kms. de playa, nuestros valles transversales y reservas nacionales le van a calzar perfecto. Nuestros bellos destinos dispersos y bien equipados tendrán la característica de aislamiento tan apetecida.
El desafío entonces está en que aprendamos a ser un destino saludable (no presentar riesgos sanitarios) , seguro (disponer de las medidas para evitar contagios) y preparado (saber actuar ante contingencias sanitarias puntuales). Y esto no es una ventaja que tengamos sino una que tenemos que desarrollar. Para eso nuestras PyMes turísticas deben tener protocolos sanitarios eficaces, claros y respetados.
Y ahí es donde entran las autoridades regionales, poniendo a disposición de las empresas y sus trabajadores, protocolos seguros para las funciones de cada negocio. Luego validándolos a través de la autoridad sanitaria y abriendo espacios de capacitación para que cada trabajador sepa cómo actuar y así mejore sus competencias en este nuevo escenario laboral. Así mejoramos sus capacidades y probabilidades de encontrar un nuevo empleo.
Para capitalizar esta gran oportunidad para la región, luego vendrá la difusión, apoyada desde todos los sectores involucrados: gobierno regional, servicios públicos turísticos y económicos, asociaciones de empresarios del comercio y turismo y sus trabajadores. Así podremos aprovechar esta ventaja que nos está dando esta "nueva normalidad".
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