Friday, September 25, 2009

¡¡Papaaaá no tengo bálsamo!! Eficiencia en la Ducha



Nunca ha dejado de sorprenderme la demanda prácticamente ilimitada de las mujeres por el bálsamo para pelo en la ducha (aunque mis hijas la han llevado a una nueva frontera). Independiente del aroma, la textura o el envase, siempre se les hace poco y hasta pelean por el.
Peor es cuando varias féminas comparten un baño como es la situación en mi casa. Tal vez ese es el motivo por el cuál ninguna marca promociona sus productos para el cabello con un premio de "un año de bálsamo gratis". Quebraría de seguro.
Sin embargo, buscando alternativas de economía doméstica, descubrí esta semana que se puede deducir una forma de introducir incentivos en este minimercado del higiene diario para acotar el consumo y ahorrar unos pesos.
Me percaté de lo siguiente. Todos los lunes les dejo en su baño un envase nuevo de bálsamo. A la mitad de la semana, ya lo tienen consumido en 3/4 partes (a veces más). Los otros tres días, y aquí viene mi sorpresa, se las ingenian con el cuarto de envase que les queda.
¿Porqué la disparidad en el consumo diario? Después de varias elucubraciones llegué a la siguiente conclusión. Así como en los primeros días no son tacañas para lograr una cabellera impecable, en los últimos entran en pánico de sólo pensar en salir de la ducha con el pelo enredado por la falta del maravilloso compuesto. Por lo tanto, al final de la semana dosifican su consumo para que les dure hasta la reposición del siguiente día lunes. Queda demostrado que ante la expectativa de escasez, las mujeres son capaces de administrar mejor el consumo de bálsamo para el pelo. En este mercado unipersonal del ungüento para la ducha matutina, al igual que en todos, al restringirse la oferta, disminuye la cantidad consumida.
Ergo, la solución para disminuir el gasto en bálsamo es recortar la cantidad disponible para la semana usando envases más pequeños. Ante la posibilidad de lavarse el pelo sin bálsamo preferirán reducir la dosis diaria para que dure los 7 días.
Parte de la efectividad de esta maniobra se puede perder por el hecho de que es más caro comprar bálsamo en envases más pequeños (comparando el costo por litro). Para evitar esto, los más meticulosos deberían comprar en envases grandes y trasvasijar a envases pequeños de dosis semanal.
Demás está decir que este modus operandi puede ser replicado con cualquier producto doméstico, incluso la comida, cuyo consumo esté influido por la gran cantidad de volumen disponible en cada uso y ... en que los usuarios no son los que lo compran.

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