Wednesday, July 23, 2025

Evelyn, espresso y Netflix

     Lo que pasa con Evelyn está descrito técnicamente desde hace casi dos décadas en #Economíaconductual. Se refiere a un sesgo psicológico que afecta nuestras decisiones. Es una respuesta automática de nuestra psiquis que se llama sesgo de anclaje. En simple, lo que establece es que nuestras decisiones dependerán de las alternativas que tengo cerca para compararlas y tenderemos a elegir la que se situa "al medio" en un atributo que valoramos. Por eso normalmente no pedimos el café más chico en una cafetería ni la botella de vino más cara. Siempre tendemos a concluir que la alternativa intermedia es la mejor. ¿Qué plan de Netflix tienes? Sí, el intermedio. Esto explica porqué la candidata lideró escapada las encuestas, por más de un año, mientras eran dos: ella y Kast. En el atributo "de derecha", José Antonio era el extremo (también explica porqué el profe Artés siempre va, aunque exiguo de votos: la izquierda lo necesita para generar el anclaje y no verse tan extrema).

    Todo esto hasta que apareció Kaiser y comenzó a crecer en la Cadem. Esa alza implicó que pasó a ser una alternativa viable para los votantes del sector. Entonces fueron tres. La irrupción de Joe pilló a Evelyn haciéndole ojitos a la centro izquierda (¿recuerdan lo de "llegar al socialismo democrático"?) y a Kast en medio de su discurso conservador-nacionalista duro. Y las estrategias de cada candidato hicieron lo suyo. Kaiser se parapetó en su discurso ultra nacionalista y agresivo; José Antonio leyó mejor, se moderó y le dejó la rabia a Joe y Evelyn perdió la brújula. José Antonio quedó al medio; Evelyn y Joe, en los extremos percibidos por sus potenciales electores. Y la economista comenzó a caer... el rockero también. El sesgo comenzó a hacer su trabajo inexorablemente y hoy los extremos marcan un dígito.

    ¿Cómo sale Evelyn? Está dificil. Pero con creatividad y talento, es posible. Hay varias estrategias. Una sería visibilizar a un cuarto contenedor en la derecha, por el centro y así romper la percepción de extremos. ¿Parisi? También sería útil hacer ver a Kast y Káiser cómo “lo mismo” y así pasar a tener dos alternativas, no tres. O si Parisi está en el extremo por el centro y Kast-Kaiser son un paquete por derecha, la economista queda al centro. Todo esto además de resolver la guerra sucia de su estado de salud y de jugarse la carta feminista de la agresividad de género. Cómo todo en esta entretenida contienda, no hay soluciones únicas y drásticas, sino una virtuosa mezcla de todas las anteriores.



    

Tuesday, July 01, 2025

¡Paso!

 

El “socialismo democrático” no se ha ido a ninguna parte. Aunque lo han dado por muerto hace un tiempo y sepultado desde el domingo. Está ahí, donde siempre, en reflexión, refunfuñando. Y no se va a ir a ninguna parte ni dejará de ser ese vector conducente de la arquitectura electoral criolla. 

¿Y qué pasó el domingo entonces? Muy simple: solo no fueron a votar. Pasaron. 500.000 socialdemócratas, por algún motivo, se quedaron en casa cambiando canales, desganados, aburridos. 
¿De qué? De  ver como su sector se contamina por centésima vez con la ponzoña de sus socios; de tener que hacerse cargo de resolver los deslices adolescentes de quienes les hicieron un espacio para gobernar; de tener que pagar ellos, ellas y elles, una cuenta abultada de la juerga de sus compañeros de coalición. 
Y por eso no fueron. Porque no querían verse en el podio ganador. No quieren volver a tranzar con locuras constitucionales, ni con defensas autocráticas ni con amenazas incendiarias. 
Eso solo estaban dispuestos a bancárselo los dirigentes, los perfilados para algún carguito de confianza. Y aunque pasan todo el día en esas reuniones, no lo vieron venir. Jara solo sacó los votos que iba a sacar. Ninguna sorpresa ahí. Tohá no. 
Esa alianza con la extrema izquierda, no la quieren sus vecinos (lejanos) de más al centro. Y en distintos tonos lo han dicho muchos. “Pago por ver… si no vuelven a quemar todo”, “No soy partidaria que el PC gobierne el país” y otras frases más sonaron bastante en la centro izquierda. Pero siguieron ahí. Y así nomas les fue. 
Es cierto que las cualidades de la candidata PC hicieron también una buena parte de la pega. Exprimieron maravillosamente ese sesgo atávico que tenemos en Chile por que nos gobierne una mamá que nunca nos regañe, nos diga que podemos tener todo lo que queramos y que somos los y las mejores del mundo con una sonrisa angelical. La hoy candidata del oficialismo  “es capaz de crear una intimidad a distancia” como dijo Peña el lunes. Aunque todo es líquido hoy en día y nada es previsible, esa cualidad formidable la puede llevar lejos para los estándares del PC, aunque no creo que le alcance para una presidencia. Aunque si el socialismo democrático se sigue inmolando, quien sabe. Tal como dijo la Presidenta que le hizo el molde a la vedette electoral de hoy, en esta pasada los votantes del socialismo democrático le dijeron ¡paso!


Friday, March 21, 2025

¿Qué es Coquimbo?

     

    Es una buena pregunta. ¿Un puerto? ¿Una región? ¿Una bahía? ¿Todas? ¿Ninguna? Todo bien confuso. 
Entremos a picar. Coquimbo (o algo así) era el nombre que los indígenas le daban a la parte baja del río que desembocaba en lo que hoy es La Serena. Lo diferenciaban de Elqui (o algo así) que usaban para denominar a la parte más alta del río, aunque era el mismo. Los españoles adoptaron el mismo nombre y a la bahía en que el río desembocaba, la llamaron Bahía de.... adivinaron bien. Luego, al lugar cobijado de desembarco (villorio de indígenas pescadores a la sazón) lo llamaron Puerto de.... adivinaron de nuevo: Coquimbo. Llegada la independencia, el nombre del río, la bahía y el puerto, que queda en La Serena, le dio el nombre a una de las 3 provincias en que se dividía Chile. La más septentrional. Se cierra la epopeya denominativa con unos Sres. de uniforme que a la región le mantuvieron el nombre y la enumeraron con un 4. 

    Hoy, con la marea descentralizadora subiendo, con Gobernador electo y todo (obviemos a la precursora mejor), en un país de genética centralizada, la Región de Coquimbo busca su espacio identitario en el concierto turístico y productivo nacional, promoviendo sus ventajas para atraer inversión, turistas y desarrollo. Pero el nombre no acompaña. En la creación de marca territorial, el nombre genera confusión y disparidad. Se hace difícil unirse como territorios o comunas regionales bajo un nombre tan poco transversal... excepto para una comuna; la que lleva el mismo nombre. Eso lo saben muy bien todas las otras 14 que no lo llevan. Y también lo sabe el puerto. 

    La dificultad en la promoción turística es evidente. La ambigüedad del nombre dificulta la creación de una imagen clara y diferenciada. Los visitantes potenciales pueden confundir la región en su totalidad con la comuna, lo que diluye la promoción de otros atractivos regionales en Elqui, Limarí o Choapa. Esto genera una desventaja competitiva frente a otras regiones con nombres más distintivos y menos propensos a la confusión. Imagínense una campaña nacional de "Visite Coquimbo". ¿La región, la ciudad, las playas? Coquimbo no tiene valle. ¿La región tampoco? ¿La región es solo Coquimbo? Acá tenemos claras las diferencias. En en resto de Chile, no. Afuera, menos.

    Y está la zancadilla a la cohesión regional. El nombre compartido genera una percepción de centralismo, donde la comuna de Coquimbo parece acaparar la identidad regional. Esto dificulta la construcción de un sentido de pertenencia compartido entre las 15 comunas, que, con justa razón, pueden sentirse menos representadas. Esta falta de cohesión puede obstaculizar la colaboración entre comunas en proyectos de desarrollo regional, limitando el potencial de crecimiento conjunto.

    La creación de una marca territorial sólida es crucial para el desarrollo regional, ya que actúa como un poderoso imán para inversores y turistas. Al construir una identidad única y atractiva, se proyecta una imagen de confianza, estabilidad y potencial, elementos esenciales para atraer inversiones. Además, una marca territorial bien definida resalta los atractivos turísticos, culturales y naturales de la región, diferenciándola de otros destinos y generando un mayor interés por visitarla. En resumen, una marca territorial efectiva no solo impulsa el crecimiento económico, sino que también fortalece el sentido de pertenencia y orgullo de sus habitantes.

    Es de aquí que nacen las propuestas de cambio de nombre. Yo me sumo. Y esto no es nuevo. Ya han habido intentos por mutar hacia una imagen más participativa. Seguro que han visto por ahí lo de "Región Estrella". Es una campaña de diseño y difusión a la que se le pusieron generosos recursos. Pero eso no ha ido más allá de una bajada al nombre constitucional oficial. 

    Lo de "Región de Gabriela Mistral" nació por Vicuña hace algunos años. Interesante idea. Quién podría alegar que no es transversal. Una mujer, nacida en la región, que la recorrió y que se ha transformado, a traves de sus versos, en patrimonio nacional y mundial