Hace algunos años, en San Francisco, California, un economista buscaba el departamento del ganador del Premio Nobel de Economía de 1976, Milton Friedman. Extraviado y a punto de abandonar su larga búsqueda, dio con la pista que lo llevaría hasta el laureado intelectual: un vehículo estacionado en cuya placa patente se leía MV=PQ.
Milton Friedman, nacido en Brooklyn, Nueva York, logró notoriedad mundial por revitalizar, refundar y ser el principal exponente de la escuela económica del Monetarismo. Esta sostiene que hay una estrecha relación entre la cantidad de dinero en una economía, su producción y el nivel de precios de bienes y servicios. Por lo tanto, el rol del estado, a través de su banco central, es regular la cantidad de dinero circulando en una economía de manera de impedir alzas especulativas de precios, causando inflación. La ecuación inscrita en la patente de su auto es la piedra angular de la teoría monetarista.
Preocupado por el efecto que la inflación tenía en el poder adquisitivo de las personas, sus argumentos eran contrarios a la explicación popular que decía que el aumento de precios era causado por alzas en el precio del petróleo o de los sueldos. Este debate era muy intenso en Estados Unidos a principios de los 70. Escribió: "la inflación es siempre y en todas partes, un fenómeno monetario".
Opuesto al keynesianismo (ver columna anterior), Friedman rechazaba la intervención del estado para incentivar el consumo en una economía en crisis. Más aun, la participación del estado en asuntos económicos debía ser severamente restringida, cediéndole la responsabilidad e iniciativa a los agentes privados. Las privatizaciones y las rebajas de impuestos a empresas y personas debían ser usadas como incentivo para el aumento de la producción. Al respecto dijo: "Soy partidario de rebajar los impuestos bajo cualquier circunstancia y con cualquier excusa, cualquier razón, cada vez que sea posible".
En su autobiografía cuenta haber viajado extensamente desde 1977, incluyendo destinos como las repúblicas de Europa Oriental y China donde realizó asesorías a gobiernos y actividades académicas. De esta última en particular recuerda su segunda visita en 1988 a Shangai para una conferencia sobre desarrollo económico chino. En ésta tuvo una "fascinante sesión" con el gobernante Zhao Ziyang que fue depuesto tres meses después por negarse a usar la fuerza en la plaza de Tiananmen. También visitó Chile en 1975, para dar una serie de conferencias en el Instituto de Economía de la Universidad Católica de Santiago.
Hace casi tres años, Friedman fallece de problemas cardíacos en San Francisco a los 94 años. Interpelado en su última entrevista sobre si se acababa el dilema económico ahora que sus teorías se habían impuesto sobre las de Marx y Keynes, respondió. "es un hecho de que, frecuentemente, las libres transacciones entre dos personas afectan a una tercera...esa es la fuente de todos los problemas del gobierno...Es la razón por la que esta historia nunca terminará".