- Escoje a tu audiencia: tu mejor amig@ en el trabajo o tu compañer@ de oficina puede no tener las atribuciones para remediar la situación. Expresa tus ideas a alguien que pueda, efectivamente, hacer algo al respecto.
- Propone una solución: Más que solamente verbalizar una crítica, reconocer un problema y traspasárselo a alguien, intenta proponer una forma de resolverlo. Esto evita que los demás te descarten por rezongar. Además le ahorra a tu auditor el esfuerzo de resolverlo por si mismo.
- Usa solicitudes directas, objetivas y verdaderas: Te puedes sentir muy motivado por la resolución del problema, pero tus colegas estarán más dispuestos a oírte cuando te expreses de forma racional y tengas evidencia que respalde tu reclamo.
Adaptación de Harvard Business Review