Monday, December 25, 2006

Amor Económico II Oferta



¿Porqué deambulan por nuestras calles, oficinas, pubs o restoranes personas que deciden conscientemente estar solas?¿Qué las hace creer que es mejor no atender la necesidad de vivir en pareja?¿Porqué toman la decisión de dejar pasar las oportunidades y "salirse del mercado"? Es posible que las reglas del mercado nos den una luz para explicarlo.
La entrega de amor de una persona a otra es escencialmente individual y excluyente. Individual porque nuestra oferta de amor es distinta para cada posible pareja. Con alguna estaremos dispuestos a entregarnos rápidamente y asumiendo más riesgos mientras que con otra seremos más racionales y cuidadosos. Excluyente porque nadie puede estar enamorado de dos personas a la vez. Aunque alguna vez en nuestra vida creamos lo contrario.
La oferta de amor depende esencialmente de tres variables. El precio del amor (los sacrificios que hacemos para vivir en pareja o "costo alternativo"), la belleza de la pareja (como la definí en la primera entrega de este tema) e ,importantísimo para explicar las interrogantes que inician el artículo, la ESPERANZA del precio del amor.
El precio del amor lo podemos entender como los aspectos de nuestra vida que postergamos para integrar a nuestra existencia a otra persona. Debemos modificar horarios, acomodar nuestro espacio y restringir nuestras libertades.
Sobre la belleza podemos asumir que es el conjunto de atributos que hacen que alguien del sexo opuesto sea atractivo. Si conocemos a alguien divertido, amable e inteligente estaremos más dispuestos que con una persona introvertida y mal educada. Este conjunto de atributos atractivoses distinto para cada persona.
La esperanza del precio, en mi opinión, explica las interrogantes que inspiran este artículo y se refiere a los sacrificios que esperamos que tendremos que hacer en el futuro para mantener la relación amorosa. El "producto amor" no tiene límite temporal y no sabemos cuánto tendremos que pagar en el futuro para seguir "consumiéndolo". Tampoco sabemos cuándo querremos dejar de "consumirlo". Cuando comenzamos una relación amorosa, estamos asumiendo el riesgo de un "alza" en el precio cuando ya estemos enganchados en el futuro. Algo así como la adicción. No querremos dejarla aunque nos haga sufrir.
Entonces, ante el riesgo de que en el futuro una relación amorosa cause sufrimiento, muchas personas deciden restringir su oferta de amor hasta hacerla casi nula. No es para extrañarse entonces la cantidad de solteras y solteros sin pareja que conocemos.
Pero el amor siempre encuentra su camino y si bien la esperanza del precio del amor influye bastante, las otras variables de la oferta siguen interviniendo. Aunque alguien decida unilateralmente mantenerse soltero, el corazón tiene vida propia y ante la presencia de la persona correcta, los sentimientos encontrarán su camino.